La evaluación para el aprendizaje implica ver la evaluación como una herramienta que nos permite a los docentes direccionar nuestras prácticas pedagógicas en beneficio del aprendizaje de los estudiantes. En este entendido entonces la evaluación es un instrumento clave que nos permite ajustar nuestra ruta trazada en el diseño inicial. Considerando que este ajuste se debe a las condiciones particulares de aprendizaje de nuestros estudiantes y a su vez, nos permite como profesores ir evaluando nuestra práctica e ir ajustando nuestras estrategias a los estilos de aprendizaje.
La evaluación como aprendizaje, permite a los estudiantes reflexionar y monitorear su propio proceso. Es decir, la evaluación entendida de esta manera le permite al estudiante ser consciente de sus fortalezas y sus debilidades, lo debe incentivar en la búsqueda de estrategias que le permitan alcanzar su aprendizaje e ir progresando acorde a los aprendizajes esperados trazados.
Evaluar formativamente, es tal vez el proceso más complejo en la docencia pues requiere no solo de tiempo para entregar retroalimentaciones acertadas a los estudiantes sino también la construcción de instrumentos que nos permitan brindar una evaluación que le permita a nuestros estudiantes reconocer sus fortalezas y aquellos aspectos en los que aun requieren seguir trabajando para alcanzar los aprendizajes planteados. Por ello creo que el uso de rúbricas es un buen instrumento que favorece la entrega de retroalimentación a nuestros estudiantes y la clarificación de criterios y transparencia en este proceso de aprendizaje. Actualmente en mi proyecto estoy usando rúbricas de calificación, más que las analíticas como son las que se proponen en este curso. Esto debido a que al trabajar el ejercicio reflexivo en mis estudiantes universitarios les doy retroalimentación detallada respecto a su producción escrita.
Estoy consciente que invierto muchas horas de trabajo revisando y retroalimentando sus productos y que tal vez usar una rúbrica analítica alivianaría mis horas de trabajo. Es por ello que he intentado construir una rúbrica analítica con el propósito de poder usarla a futuro en este proyecto. A continuación presento la rúbrica que puede ayudarme a evaluar los ejercicios reflexivos que construyen mis estudiantes.
En mi línea de tiempo he graficado la evaluación inicial en la que recojo los conocimientos previos de mis estudiantes y sus creencias en torno al aprendizaje y la enseñanza. Estas son útiles durante todo el desarrollo del semestre pues intento que visualicen desde qué paradigma se posicionan para argumentar los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Luego, en los meses siguientes realizo una serie de ejercicios reflexivos grupales e individuales en torno a las diferentes teorías de aprendizaje. Ellos a partir de la teórica intentan establecer vínculos entre lo teórico y lo práctico. La evaluación que planteo en estos ejercicios es formativa y sumativa. Espero que la retroalimentación cualitativa entregada sea un insumo para que ellos cada vez vayan afinando sus habilidades de observación tanto como de producir argumentos sustentados en la teoría.
En algunos momentos de la línea de tiempo planteo dos actividades de reflexión individual en los que a través de casos deben reflexionar en torno al concepto o conceptos teóricos que caracteriza la práctica de enseñanza presentada.
Finalmente, en conjunto con los estudiantes hago una evaluación final de los aprendizajes alcanzados considerando los aprendizajes esperados para el curso pero también de aquellos aprendizajes que para ellos han sido significativos.
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